jueves, 24 de junio de 2010

Tiempo...

El hombre ha nacido para morir. ¿Qué quiere decir eso? Perder el tiempo y esperar. Esperar el colectivo. Esperar que canten los ratones. Esperar que a las serpientes le crezcan alas. Perder el Tiempo.

martes, 22 de junio de 2010

Para todos los lectores.

Este blog se declara en reformas, cuando encuentre algo importante por lo que escribir, aqui estará, de momento, nada...

viernes, 18 de junio de 2010

Sorpéndeme.

Dime un TeQuiero sincero, reconoce el sufrimiento en estos años y sé feliz...

Canto a las musas...

Oh inmortal Poseidón, el del furioso tridente,
a ti me encomiendo en esta difícil empresa.
Propicia que este velero llegue a buen puerto,
permíteme llevar a cabo los designios de Afrodita,
en la Ciudad de las Olas, ¡Oh Caliópe!,
augusta entre las musas, haz florecer el jardín,
trae la rima...

A Zion por favor...

Creencia en la salvación, ¿habrá algo más allá?...
Si es como esta vida, espero que no lo haya, de verdad...

¿Para qué?

La poca gana que tengo de escribir estas líneas contrasta con el ansia que tengo de verte y decirte cuanto necesito de tu presencia, pero, pensándolo bien, no serviría de nada...

miércoles, 16 de junio de 2010

Ego, luego existo.

-¿Quién coño eres tu?, tu no eres más que lo que los otros quieren que seas, eres el recuerdo que dejarás a tus seres queridos enemigos y conocidos, tus actos grandes y pequeños, tus bondades y maldades; no se te recordará por tus palabras, sino por tus hechos; tampoco por tu gran corazón,
si no lo das a las personas; de nada sirve el amor, cuando no lo compartes...
-...

¿Quién coño eres tu?, para sentirte superior al que viene a trabajar a este país para no morirse de hambre, al indefenso o al marginado; no eres superior a la que vende su cuerpo para ganarse la vida, o al que se ve obligado a vender droga para mantener a su familia; no eres superior al que no cumple con tu estereotipo de persona normal, bien por su complexión o bien por su forma de vestir, caminar o hablar.
-...

-¿Quién coño eres tu?, para creerte superior a mi, que intento darme a los demás en todo lo que soy, hago y escribo; quien eres para juzgarme, para poner en una balanza lo que hice bien y mal, para poder examinar mis fallos con lupa y estar a la que salta siempre, para corregirme estoy yo, no necesito a nadie más, porque al final todos los fallos salen a la luz.

-¿Y quién coño eres tu?

-Soy Ernesto Sommer López, María Cano, Jose Luis Cano, Pablo Nicolás, Sebastián Martinez, Ana Muñoz, Javier Olmos, Mario Garcia...Yo soy yo, y todos los demás que me marcaron y me marcarán, yo existo por y para ellos...¿Y quien coño eres tu?

-Ego...

martes, 15 de junio de 2010

Sin respuesta...


-Buenas noches Conciencia.

-Buenas noches Ernesto.

-Tu no eres Conciencia...

-No, soy Razón.

-¿Qué haces aquí?

-Tu sustituiste a Conciencia por mí, ¿no?

-Supongo, pero no para esto.

-Se tiene lo que se desea, a buenas y a malas.

-Y tanto, bueno, tengo unas cuantas preguntas.

-Dispara.

-¿Por qué yo no?

-Ella no te quiso.

-¿Por qué mentir?

-Piedad, ¿tal vez?

-¿Por qué fingir lo que no sientes?

-...

-Repito, ¿POR QUÉ?.

-...

-Ojalá Conciencia vuelva pronto...

Hay cosas que la razón no puede explicar...
Tu y Yo por ejemplo.

jueves, 10 de junio de 2010

Autoevaluación...

Camina solo por la calle, a paso irregular, parece cansado, la expresión de sus ojos y sus labios denota desesperación y desolación, sensación de estar solo, sensación de necesitar amor.
Cruza la calle trotando torpemente hasta llegar a la otra acera, su estómago y sus pulmones se resienten, debería haber comido, debería haber dejado el tabaco en su momento. Mientras, divisa la puerta de su casa al fondo de la calle, cavila lo que deberá hacer pronto: ducharse, leer y ponerse a estudiar para sacar su gris futuro adelante.

Más cuando el sujeto llega a la puerta, una sensación le invade al tocar el frío acero, la sensación de ser consciente de su propia realidad, la sensación del que se abstrae de su cuerpo y su alma sube, viéndose lo insignificante que es, y lo solo que se encuentra en el mundo; pero nuestro caminante ignora el sentimiento una vez más, acostumbrado a reprimir sus emociones por miedo al que dirán, pulsa el botón del ascensor en el vestíbulo del edificio y espera paciente la llegada de su transporte.

Hace 3 meses estaba en la misma posición, mirándose fijamente a los ojos, a un par de metros del gran espejo que cubría la estucada pared de la sala, rascandose la nuca con aire despreocupado, y 3 meses se le pasaron por la cabeza en 1 segundo, 3 imágenes en su retina: una mujer, un viaje, un beso...

Los minutos se hacen eternos, hasta que con unleve crujido, la puerta del ascensor se abre, y nuestro individuo entra en ella con una inercia casi robótica, casi sin pensar. Durante la ascensión, evita mirarse al espejo, teme que sentimientos puedan brotar de nuevo, viejos recuerdos que tengan consecuencias drásticas en el presente, y en poco tiempo el ascensor llega a su destino, pero, esta vez, no puede evitar mirar al espejo al lado de la puerta, y nuevamente, 3 imágenes asaltan su conciencia: un abrazo, un cuadro, un rechazo...

Apuñala la cerradura de la casa con un pulso tembloroso y abre la puerta con un chirrido monótono y familiar, otra vez la misma historia, el perro ladra, la radio encendida, siempre la misma historia...Se desviste y se ducha con automatismo involuntario, y, entra a su habitación, destapa el paquete de Camel, saca un pitillo y su Zippo, y con un chasqueo metálico, una llama color azul cielo enciende su cigarrillo.

Delante del escritorio, otra vez, y, siempre la misma historia, estudiar para sacar su futuro adelante, pero, esta vez, hay algo que tira de él, algo que le pide que le preste atención, la válvula de escape a sus sentimientos reprimidos, y, al encontrar ese atisbo de esperanza, empieza a rebuscar en sus antiguos vinilos, la música para plasmar lo que sentía. Pierde la conciencia del tiempo y del espacio, y se despierta tumbado en el escritorio, mira el reloj, 6 A.M, hay que ir al trabajo, ducha desayuno, y a la calle...Pobre iluso, ni se dió cuenta de lo que había escrito mientras la inspiración tomaba el propio control de su cuerpo, sus sentimientos, allí, en su escritorio, plasmados en una hoja de papel, por fin, pero, que más daría, si ella nunca lo iba a leer...

Moraleja... ''Aprende a vivir sin amor''