lunes, 5 de abril de 2010

Teoría de La Modernidad...

Se abre el telón Soraya Santamaría posa elegante,
¿Como se llama la película?, El Hombre Elefante.
Tengo una lengua fulminante, disidente, como Bobby Fisher,
unos viejos que han corrido delante de los grises.

Y eso se nota, se lleva en los genes,
mientras tu vieja planchaba la mía quemaba sostenes.
Mochilas, andenes, despedidas, decepciones,
la farmacéutica se ruboriza si pillo condones.

Simulacros, replicantes y clones, no hay otra verdad,
que pillé el micro y fulminé la postmodernidad.
Tengo credibilidad ganada a pié de parque,
no soy un antisistema más, soy el estandarte.

Soy el que la parte, el que estuvo en Marte de vacas,
en los 90 gritamos sin sumisión y militacas.
Soltero de plata, sin carnet de conducir,
pero he leído la Ilíada, que es más de lo que tu puedes decir.

Si, soy un agente de la Stasi,
envenené a Blancanieves y puse la inyección a Lassie.
Esta es mi praxis, amor y sirope,
siempre la lío en el taxi, si no me quitan la Cope.

No conozco tope, me crié en el barrio los Bloques,
a pesar de ser de esos pocos que terminó el Quijote,
escupo al sacerdote, esto es rap en estado animal,
la peña le da al prozac si no saco nuevo material.

Otro deficiente mental se ha metido a gendarme,
si hago un acto de revolución vendrán a buscarme.
Me gusta Rock, como Pete,
Yoew a los aparatos produciendo el beat...

Hip Hop materialista, dialéctico marxista,
cada de pedo aire en el metro, y nervios de ajedrecista.
Disparen sobre el pianista y el cobarde que huye,
sobre el purista y el artista que se prostituye.

Soy el que fluye como el dinero público a los bancos,
soy el que escupe en la tumba de Franco,
24/7 espíritu de after,
puedo contarte historias de Brooklyn como Paul Auster.

Enseñarte, dibujarte, Kuala Lumpur.
Tú escuela de las américas, yo escuela de Frankfurt.
Tu azul se muere, ¿pero que importa?
Tenemos Fama A Bailar, y el Triplete de LaPorta.

Unos solo quieren pasta, otros leen a Kafka,
otro no se integra y por ello se hace rastas.
Estoy hecho de otra pasta, corrosiva.
Estoy corrigiendo a Chomsky a su Gramática Generativa.

Rápido, se llena el club y el garito,
y mientras se vacían los corazones a golpe de perico,
nocivo, individualismo alienante,
reproducido, alimentado por la clase dominante.

Diamantes en el círculo polar ártico,
esclavos de lo virtual, de lo mediático,
soy un lunático, lo siento rubia,
estoy leyendo a Walter Benjamin bajo la lluvia.

Latex, lujuria, Marlow la lía,
decadecia, glamour, novelas de Boris Vian.
Los pajaros pían, Occidente grita,
no sé si poner bombas o deshojar margaritas.

Los niños y los locos dicen la verdad en esta vida perra,
y a uno se les educa, y a otros se les encierra...

Estais todos para que os encierren, entre 4 paredes acolchadas, hijosdeputa, visitad a vuestro psiquiatra... Deberían levantar otro muro en Berlín, pero de 100 metros de alto... Cerdos...

1 comentario:

  1. Piano, piano... Acabo de leer un magnífico libro de José David Sacristán, "Entre el fracaso y la utopía. Los últimos veinte años", Bellaterra 2010. Un buen alegato contra el despilfarro de la modernidad. Me ha gustado la referencia al añorado Benjamin. Leerle bajo la lluvia se, quizás, la única manera de entenderle. Pero para los que os sentís artistas, el libro clave para entender-demoler la post-trans-ultra-meta-modernidad es "La sociedad del espectáculo", de Guy Debord.
    Repito: piano, piano...

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